WASHINGTON—Se pronostica que entre hoy y el 2065 el cambio climático cuadruplique la exposición de los trabajadores al aire libre a condiciones peligrosas de calor, lo cual arriesgaría su salud y pondría en peligro hasta $55,4 mil millones anuales de sus sueldos si no se toma ninguna acción para reducir las emisiones de calentamiento global, según un nuevo informe publicado hoy por la Unión de Científicos Conscientes, UCS por sus siglas en inglés. El estudio, que ha sido sometido a revisión por pares, está disponible en un servidor de preimpresión.
“Los trabajadores al aire libre–incluyendo a los trabajadores agrícolas, de construcción, servicios de entrega y personal de servicios de emergencias–son esenciales para mantener intacto nuestro tejido social”, dijo la doctora Rachel Licker, autora del estudio y científica experta en clima de la UCS. “Los últimos siete años han sido los más calurosos jamás registrados. El riesgo que corren los trabajadores, si no cuentan con protecciones adicionales, aumentará en las próximas décadas, a medida que el cambio climático empeore, dejando a los aproximadamente 32 millones de trabajadores al aire libre de Estados Unidos frente una cruel disyuntiva: su salud o sus trabajos”.
El análisis “Demasiado caluroso como para trabajar” pone de relieve que–bajo el supuesto de que no habrá reducción de las emisiones globales–para mediados de siglo en todo el país:
- Cerca de 18,4 millones de trabajadores al aire libre de Estados Unidos correrían el riesgo de perder un promedio de siete o más días laborales debido al calor extremo. Históricamente aproximadamente 3 millones de trabajadores han experimentado este nivel de riesgo.
- Se proyecta que el total de ingresos en peligro debido al calor extremo alcance los $55,4 mil millones anuales.
- Los trabajadores en las ocupaciones de construcción y extracción enfrentarían el mayor monto total de ingresos en peligro debido al calor extremo, cerca de $14,4 mil millones al año, seguidos por quienes trabajan en instalaciones, mantenimiento y reparaciones, que perderían cerca de $10,8 miles de millones anuales.
- El trabajador al aire libre promedio arriesgaría perder más de $1.700 de ingresos anuales debido al calor extremo. Los trabajadores de los 10 condados más afectados corren el riesgo de perder en promedio $7.000 al año.
- El trabajador al aire libre promedio en las ocupaciones de instalación, mantenimiento, reparación y servicios de protección serían los que sufrirían la mayor pérdida de ingresos anuales debido al calor extremo: más de $2.200 anuales.
El informe “Demasiado caluroso como para trabajar” combina las proyecciones de días peligrosamente calurosos a nivel de condado del análisis de la UCS “Calor fatal en Estados Unidos” de 2019, revisado por pares, con datos del censo de Estados Unidos de las siete ocupaciones que concentran el mayor número de trabajadores al aire libre. El estudio incluye las recomendaciones de los Centros para el Control y de Prevención de Enfermedades, los CDC, por sus siglas en inglés, para proteger a los trabajadores durante condiciones de calor extremo.
El número de días laborales en peligro se calcula sumando los días parciales perdidos cuando el calor y la humedad combinados alcanzan entre los 100 y 108 grados Fahrenheit—rango en el cual el CDC recomienda que empleadores reduzcan el horario de trabajo—a los días enteros de trabajo perdidos cuando la temperatura excede los 108 grados Fahrenheit, punto en el cual el CDC recomienda que los empleadores suspendan el trabajo. El informe no proyecta futuros cambios en el número o en la distribución de los trabajadores al aire libre. Los resultados para mediados de siglo se determinan promediando los resultados obtenidos en el período entre 2036 y 2065.
Las personas de razas y etnias marginadas han sido y continuarán siendo más afectados por el calor extremo por varias razones, en parte por estar desproporcionadamente representadas en las ocupaciones al aire libre. Cerca del 43 por ciento de los trabajadores al aire libre en Estados Unidos se identifica como afroamericanos, negros, hispanos o latinos. A pesar de que estos grupos comprendan el 32 por ciento de la población en general se estima que estos trabajadores corren el riesgo de perder $23,5 miles de millones de ingresos anuales para mediados de siglo si no se toma acción para reducir las emisiones globales que atrapan el calor.
“Al combinarse con desigualdades que existen como resultado de siglos de racismo sistémico, tales como mayor exposición a la contaminación del aire, falta de acceso a servicios de salud de calidad, refrigeración inadecuada y servicios sociales, el calor extremo agravará los riesgos que los trabajadores al aire libre ya enfrentan”, dice la doctora Kristina Dahl, autora del estudio y experta científica en clima de la UCS. “Los trabajadores migrantes y sin estatus migratorio podrían estar más restringidos en sus posibilidades de conseguir protecciones contra el peligro del calor por la amenaza de represalias de sus empleadores, las que podrían llevarlos, incluso, a ser deportados”.
En el caso de los trabajadores agrícolas, que, según los CDC, mueren por causas relacionadas con el calor 20 veces más frecuentemente que los trabajadores en otras ocupaciones civiles, el peligro del calor extremo se ve aumentado por la frecuente exposición a los pesticidas.
“Es un ciclo fatal. El estrés por exceso de calor vuelve a los trabajadores más predispuestos a las lesiones por los pesticidas tóxicos y, a la vez, la ropa gruesa que deben llevar para protegerse aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor”, dice la doctora Marcia DeLonge, una directora de investigación y científica climática sénior del programa Alimentos y Medio Ambiente de la UCS y una autora del informe de 2019 “Los jornaleros y las jornaleras agrícolas bajo amenaza”. “Es más, el cambio climático amplifica los riesgos al causar el crecimiento de la población de insectos y al hacer las malezas más abundantes, lo que posiblemente lleve a usar más pesticidas, poniendo aún más en peligro a las personas que ponen los alimentos en nuestra mesa”.
El estudio también ofrece datos a nivel de estado y de condado. Para mediados de siglo, asumiendo que no haya reducción en las emisiones globales que atrapan el calor,
- Los estados con la mayor cantidad total de ingresos anuales que los trabajadores al aire libre corren el riesgo de perder debido al calor extremo son Texas ($12,2 miles de millones), Florida ($8,4 miles de millones), California ($3,3 miles de millones), Arizona ($2,6 miles de millones) y Louisiana ($2,3 miles de millones).
- Los estados con el mayor riesgo para el trabajador al aire libre promedio de perder ingresos anuales debido al calor extremo son Louisiana ($4.700), Florida ($3.700), Oklahoma y Texas ($3.500) y Mississippi ($3.400).
- Los estados en que los trabajadores al aire libre podrían perder en promedio más días laborales al año debido al calor extremo son Louisiana (34 días), Florida (33 días), Mississippi (28 días), Arkansas y Oklahoma (27 días).
- En cerca de 2.000 condados del país los trabajadores al aire libre constituyen el 25 por ciento o más de la fuerza laboral. Alrededor de 1.200 de esos condados tendrían 30 o más días por año en que la sensación térmica del calor superaría los 100 grados Fahrenheit, una subida frente a los 130 condados históricamente registrados.
Alrededor del 20 por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos trabaja al aire libre con un número significativo de estos trabajadores residiendo en áreas urbanas y siendo también una parte importante de la economía local en las comunidades rurales. Estos trabajadores están en su mayoría desprotegidos pues los lineamientos federales son solamente recomendaciones. Además de la guía de los CDC, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA) sólo sugiere que los empleadores tomen precauciones de seguridad cuando el índice de calor, o la sensación térmica de calor, supere los 90 grados Fahrenheit.
“Aunque se sugieren medidas, Estados Unidos no tiene estándares nacionales obligatorios de seguridad contra el calor para proteger a los trabajadores al aire libre del calor extremo”, dice la doctora Dahl. “Es más, solamente dos estados–California y Washington–tienen algunos de estos estándares. La falta de defensas en los días extremadamente calurosos ha llevado históricamente a los trabajadores a ser excesivamente vulnerables a las enfermedades relacionadas con el calor e incluso a la muerte”.
Los expertos de UCS determinaron que los trabajadores podrían mantenerse seguros y continuar trabajando la mayoría de los días si se les ajustaran los horarios para coincidir con las horas más frescas del día y si se aligerara la carga de trabajo. En combinación, estas estrategias asegurarían que la mayoría de los trabajadores perdieran menos de siete días de trabajo por año en promedio para mediados de siglo. Aun así, los autores del informe advierten que existen límites prácticos a la adaptación de cargas de trabajo y de horarios. Por lo tanto, reducir las emisiones del calentamiento global sigue siendo esencial para limitar la cantidad de días de calor extremo que experimenten los trabajadores.
“Para limitar el calor extremo en el futuro, Estados Unidos debe contribuir urgentemente a los esfuerzos globales para restringir las emisiones que atrapan el calor, invirtiendo en soluciones justas y equitativas que nos lleven a las cero emisiones netas a más tardar el 2050”, dice la doctora Licker. “Nuestro estudio recomienda también que el gobierno, en todos sus niveles, tome medidas ahora para proteger mejor a nuestros trabajadores esenciales al aire libre. Sabemos que el riesgo está empeorando y que tiene consecuencias significativas para los trabajadores, sus empleadores y la economía en general. Debemos estar preparados”.
El informe urge al congreso a promulgar el acta “Asunción Valdivia Heat Illness and Fatality Prevention Act de 2021”, legislación que lleva el nombre de un trabajador agrícola de California que murió de insolación después de cosechar uvas por diez horas sin descanso y en una temperatura de más de 100 grados Fahrenheit. El acta instruiría a la OSHA que estableciera estándares de protección—tales como obligar a los empleadores a que provean hidratación adecuada, lugares sombreados y descansos— a los trabajadores al aire libre que están expuestos al calor con regularidad.
Otras recomendaciones de seguridad laboral incluyen exigir a los empleadores que elaboren planes de seguridad basados en datos científicos, cuya obligatoriedad estaría a cargo de la OSHA; que se implementen tareas de vigilancia y reporte y que se ofrezca capacitación multilingüe a los supervisores y trabajadores para que puedan reconocer y responder mejor a los peligros del calor extremo; y asegurar que los trabajadores reciban salarios justos, cuidado médico asequible, viviendas con aire acondicionado y protección legal.
Para ver el informe en formato PDF, pinche aquí.
Hay disponibles hojas con datos por estado y por condado. Datos con resultados a nivel nacional pueden verse aquí.
Para usar el mapa interactivo pinche aquí. El mapa, que puede verse más detalladamente usando el zoom, permite conocer más sobre la exposición al calor extremo de los trabajadores al aire libre y las consecuencias económicas correspondientes por condado.
Para ver más material, incluyendo comunicados de prensa específicos por estado, blogs, metodología del análisis y material en inglés, pinche aquí.